“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”

Esta frase de Groucho Marx en la película Sopa de Ganso encaja a la perfección a la hora de analizar la situación del precio del alquiler en Barcelona y mayoría de ciudades en Cataluña. 


Desde Sanar Trade queremos compartir este excelente artículo de Idealista, con el que coincidimos plenamente. Los datos aportados en este análisis, contrastados y fiables, desmontan por completo el relato expuesto en la reciente rueda de prensa conjunta de los responsables de aplicar estas políticas intervencionistas. El cinismo de su discurso es una afrenta y un insulto a la inteligencia de la ciudadanía, al menos para quienes contrastan la información.

Cualquier persona que busque alquilar hoy en día debería sentirse, como mínimo, engañada, o pensar que vive en una realidad paralela. Los precios apenas han bajado, mientras que la oferta ha caído en picado. De hecho, al menos un 45 % de las viviendas disponibles han sido retiradas del mercado o han pasado a otro tipo de alquiler, en un entorno donde la demanda ya era crítica.

En lugar de asumir su responsabilidad de construir suficientes viviendas asequibles y protegidas para toda la ciudadanía —no solo para algunos colectivos—, facilitar el acceso, suavizar los impuestos, especialmente en la vivienda habitual, y garantizar una oferta mínima, la administración ha trasladado esta carga a los propietarios particulares, penalizándolos y persiguiéndolos.

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, afirmó sin titubeos que la Ley de Vivienda ha reducido los precios del alquiler en Cataluña (única comunidad que la ha aplicado) tras la imposición de límites en zonas tensionadas. Sin embargo, los datos muestran una realidad muy distinta: el número de contratos firmados se ha desplomado y la evolución de los precios es desigual.

En ciudades como Barcelona y Tarragona, los alquileres han bajado, pero a costa de una drástica contracción en la oferta de viviendas. Muchos propietarios han optado por retirar sus inmuebles del mercado en lugar de ajustarse a la normativa, lo que ha dificultado aún más el acceso a la vivienda. Mientras tanto, en otras localidades, los precios siguen subiendo.

El sector inmobiliario cuestiona las cifras oficiales y advierte que la aparente bajada de precios responde más a la caída en la firma de contratos que a una reducción real del mercado. Además, los contratos de alquiler han alcanzado su nivel más bajo desde 2009, agravando aún más el problema de acceso a la vivienda.

Para un análisis detallado de la situación en las 15 principales ciudades de Cataluña, recomendamos la lectura del siguiente artículo de Idealista:

Dato mata relato: la Ley de Vivienda en Cataluña no impone bajadas de precio, pero los contratos caen a plomo — idealista/news


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